Patente europea

Con objeto de facilitar la protección de las invenciones mediante un único procedimiento, se adoptó el Convenio Europeo de Patentes (CPE) en Munich en 1973. La Oficina Europea de Patentes (EPO) es la encargada de las tramitaciones de patente europea. En la actualidad son miembros del Convenio 39 países y, gracias a acuerdos bilaterales, la protección puede extenderse a Bosnia-Herzegovina y validarse en otros cinco países.

El sistema supone una solicitud de registro de patente y una evaluación única que, una vez concedida, debe validarse en los Estados miembros en que se quiera protección.

La solicitud se puede presentar directamente ante la EPO aunque, en caso de invenciones realizadas en España, es conveniente que se presente a través de la OEPM para cumplir el artículo 152 de la Ley de Patentes y que la patente pueda tener efecto en España.

Las solicitudes pueden presentarse electrónicamente. Para la solicitud online, se puede utilizar EPO Online Filing 2.0, que es una aplicación que funciona en Internet y no precisa instalación de software. Para la presentación de la solicitud a través de la OEPM se puede utilizar su aplicación OEPMSEI.

La patente europea se tramita en una de las tres lenguas oficiales de la EPO (inglés, francés y alemán), aunque la solicitud puede presentarse en español y enviar una traducción antes de dos meses, que será la que se evaluará. 

Una vez concedida la patente europea por parte de la Oficina Europea de Patentes, el titular debe realizar una serie de actos para validar la patente en los países seleccionados como de su interés para tener protegida allí la invención. A partir de ese momento, la normativa aplicable es la de los Estados nacionales para los cuales se solicitó la patente.

Una opción de validación es a través de la Patente Unitaria, válida para 17 Estados. 

 

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